Alex Grey | Foto: alexgrey.com
Grey & First Trip (2a Parte) | Por: Ifigenia Hendrix
Me daba cuenta que el efecto había iniciado. Fuck! Querido lector, aquella pintura que veía como un .jpg comenzaba a vivir, a tener colores brillantes, pero no puedo hablar solamente de la palabra “brillantes”, era más que eso, resplandecientes sería la palabra correcta a usar.
¡Oh! ¡Sí! El cambio llegaba entrando por mis ojos, para después entrar por mi cabeza y quedarse ahí para siempre. Resplandecientes colores es lo que veía salir de aquella pintura, el rojo se volvió intenso, pero los blancos y amarillos fueron los que más luz daban, fuerza que me hacía creer que el universo había abierto una pequeña ventana para ver más allá de lo pensable. Lo que antes describí y creí como huracanes, ahora le veía bien, era una parte dibujada del universo, galaxias dando vueltas sobre su propio eje y los ojos que le acompañaban ahora me veían como yo los veía. Cualquiera no apto para ver cosas diferentes en su conformista realidad podría enloquecer en cualquier momento. Lo repito, no es para todos.
La música que había a mi alrededor también comenzó a cambiar, se escuchaba diferente, más profunda, lenta. Podía digerir cada sonido de cada instrumento por separado, era un hecho, había un cambio de realidad y percepción en mi ser. Aquella pintura seguía en su infinidad de movimientos mostrando formas que no veía antes a simple vista. Primero eran formas confusas, mezclas de colores que se entrelazaban mientras sufrían aquella transformación pero coherentes al terminar de formarse. Si bien Alex Grey es un gran artista y sus pinturas al ojo común pueden ser apreciadas creo que el objetivo de él como de sus pinturas es ser realmente vistas bajo los efectos del LSD, sin temor se los digo: Nunca podrás apreciar una pintura de Grey en su máxima expresión sin la dietilamida de ácido lisérgico.
Este ácido considerado como una droga psicodélica me tenía en un viaje que jamás había experimentado. Los años 60´s fueron su ¡boom! Comencé a recordar la canción Lucy in the Sky with Diamonds de los Beatles. John Lennon siempre tuvo problemas con esta canción al ser cuestionado si había sido creada gracias al ácido, siempre lo negó alegando que su hijo Sean tenía una amiga de la escuela llamada Lucy a la que le hizo un dibujo (ella volando entre nubes y diamantes), su hijo se lo mostró y e ahí se inspiraba para realizar aquella canción. Podría ser, pero ¡no mamar! cualquiera podría tener sus dudas ¿no?, más al saber los trips que el cuarteto de Liverpool hacían de repente, ¡sí! ¡sí! varios sabemos esto, basta con escuchar las rolas y ver la portada del disco Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band. ¡Tiempos de experimentación!
El lisérgico me comenzó a llevar a mí en mi propio viaje que relato. Ahora era un psiconauta, ahora la pintura de Alex Grey tenía más sentido y ahora me daba cuenta que apenas eran las 9 de la noche…
