Además de la música, sus seguidores recuerdan su infancia
El Rey Lagarto, uno entre varios nombres con el que se autodenominó Jim Morrison, una de las leyendas del rock, ha dejado su marca en el mundo, siendo inolvidable, tanto por su presencia escénica, como por su personalidad, letras y polémicas, tan es así, que su música al lado de la banda The Doors sigue y seguirá presente.
La nostalgia sobre la época sesentera y setentera nos hace viajar en el tiempo para el encuentro con años de rock clásico, rock de protesta, rock psicodélico, del rock puro, aquel que tiene en su historia grandes iconos de influencia para lo que hoy en día escuchamos.
Nostalgia que hace que la estación estadounidense KOAT-TV reporte en el año 2015 a un grupo de fans del cantante, quienes se dieron a la tarea de iniciar una campaña para salvar una casa en Nuevo México que fuera parte de su vida y crecimiento. Este proyecto busca que la propiedad localizada en Albuquerque, Nuevo México, E.U.A. sea considerado un lugar de importancia histórica.
Thelma Lue, dueña actual de la casa, dice que los fans de Jim a veces se detienen junto al inmueble: “No me molesta. Todos han sido muy atentos y agradables”.
El historiador y fan Anthony Gomez, hace saber que Morrison pasó años importantes de su vida en la ciudad de Nuevo México, por lo que esa casa debería ser protegida en su honor. En la casa Jim vivió de los 12 a los 14 años de edad, cuando su padre, George S. Morrison, trabajó en Kirtland, Air Force Base.
La legendaria figura de Jim sigue presente y aunque algunos podrían pensar es una exageración, lo que se busca es preservar la luz de recuerdo en aquella zona donde creció y vivió experiencias para después volverse el líder de los Doors… ¿Quiénes podrían presumir de eso?
Tal vez nunca nos cansemos del halo que envuelve al mítico músico americano.